Trabajamos desde 1996 para la erradicación de la pobreza conjuntamente con organizaciones hermanas de los países donde estamos colaborando, proyectos que han permitido beneficiar a miles de hombres, mujeres, niños y niñas de diferentes contextos.
Desde ese mismo año hasta hoy, SIA ha pasado por múltiples situaciones y ha llevado a cabo numerosas y diversos tipos de acciones. Se han realizado un gran número de proyectos de Cooperación Internacional.
En este sentido, desde nuestro nacimiento, hemos apostado por trabajar en diferentes sociedades del sur, como son: El Salvador, Nicaragua, Cuba, Perú, Bolivia, Ecuador, Haití, Senegal o Mali; además de dos zonas emblemáticas para nosotres como son los Campamentos de Refugiados Saharauis y Palestina. En todos ellos, nuestras prioridades han sido la lucha contra las injusticias, la defensa de los derechos humanos, la búsqueda de la equidad de género, la defensa del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático, todo ello a través del trabajo cooperativo y solidario con nuestras organizaciones contrapartes en cada una de las regiones mencionadas.
Aparte de nuestros proyectos específicos en materia de Cooperación Internacional, participamos igualmente en respuestas rápidas de emergencia ante catástrofes y en proyectos de Acción Humanitaria, apostando por la pre vención y la recuperación post-desastres.
La creación de una ciudadanía critica, que sea capaz de movilizarse contra las causas que causan la pobreza, es otro de los pilares de nuestro trabajo. Para ello, la Educación para la Ciudadanía Global adquiere un papel fundamental en la consecución de este objetivo, convirtiéndose en un instrumento de lucha, con intervenciones en la educación reglada como no reglada, y que junto a la movilización social es una de nuestras señas más reconocidas.
La Formación, como instrumento para el cambio social, está siendo en todos estos años la fuente en la que toda nuestra actividad se siente reflejada. La adquisición de conocimientos nos hace cada vez más fuertes, más solidarios y más combativos.
En nuestros proyectos de Acción Humanitaria nos regimos por los principios de HUMANIDAD, IMPARCIALIDAD, INDEPENDENCIA Y NEUTRALIDAD y a través de ellos se atienden a las personas únicamente en función de sus necesidades, dando prioridad a los casos de necesidad más urgentes, con independencia de cualquier otro criterio que suponga discriminación por nacionalidad, raza, sexo, creencia religiosa, clase social o ideología política, sin ningún tipo de distinción adversa.
Luchar contra todas las causas que provocan la degradación del medio ambiente, la pobreza y las desigualdades. La búsqueda y consecución de la justicia social, los derechos humanos y la igualdad. La unión al trabajo solidario con todas las organizaciones sociales y civiles que quieran participar en esta ingente tarea. En definitiva, contribuir a tener un mundo más habitable y libre de opresión en cualquiera de sus formas.
Somos una organización de sólidas raíces en Andalucía y, por tanto, con unos hondos compromisos interculturales. Además, con un claro deseo de ser, junto a nuestras organizaciones hermanas de Solidaridad Internacional, un referente a nivel de todo el Estado español para la consecución de la igualdad y el respeto a la naturaleza. Pretendemos consolidarnos como un instrumento eficaz para acabar con todas las causas que hacen de este mundo, un mundo desigual, injusto y profundamente insolidario.
Somos una organización laica y apartidista, cuyo origen se basa y está influido por las luchas sociales de los pueblos contra todo tipo de opresión y desigualdad.
La formación y el fomento de conciencia crítica entre la ciudadanía sigue siendo un pilar fundamental en nuestro trabajo.
Nuestras actuaciones parten de la identificación de la gran desigualdad y el desequilibrio existente entre las personas y los territorios, abogando por la eliminación total de las causas que provocan estas desigualdades.
Concebimos la democracia como un acto permanente y continuado de participación por parte de la población en todas las decisiones que le conciernen. Frente a ataques continuados a los derechos, defendemos la desobediencia civil no violenta.
Definimos y aplicamos la Resiliencia Local y la Justicia Global como motores de cambio. Nos sentimos profundamente comprometidas con la defensa y protección de los ecosistemas del planeta y, por tanto, con las luchas ciudadanas y de los pueblos contra el imperativo del crecimiento económico y el extractivismo sin fin.
Apostamos por el ecofeminismo como movimiento de transformación contra cualquier tipo de opresión y desigualdad.
Rechazamos las guerras, las carreras armamentísticas y los negocios legales e ilegales de armas.
Creemos que el respeto a la diversidad cultural es responsabilidad de las políticas públicas. Ello implica el compromiso de respetar los derechos humanos, las libertades fundamentales y el rompimiento de los estereotipos, por tanto, estaremos vigilantes y en constante movilización para que estos se cumplan.
Consideramos la diversidad cultural como una de las mayores riquezas de la especie humana y la interculturalidad su mejor manifestación, trabajamos por un mundo de igual a igual.
Defendemos las migraciones como un derecho de las personas a tener libertad de movimientos, al mismo tiempo que apostamos por dar respuesta nacional e internacional a las migraciones forzadas, de forma solidaria atacando las causas que las provocan.
Atendemos a las personas con imparcialidad, dando prioridad a los casos de necesidad más urgentes, con independencia de cualquier otro criterio que suponga discriminación por nacionalidad, raza, sexo, creencia religiosa, clase social o ideología política.