La ciudad de Tánger ha experimentado en los últimos 20 años un espectacular crecimiento demográfico que se debe, en gran medida, a una fuerte corriente migratoria, no sólo desde las regiones rurales vecinas, sino también desde el resto del territorio nacional, empujados por la atracción económica de la ciudad y, sobre todo, por la posibilidad de cruzar hasta Europa. Muchos jóvenes –y cada vez más niños– de otras partes del país llegan hasta Tánger con esa ilusión. No todos lo consiguen y aún habiendo llegado a España, son muchos los que vuelven deportados por las autoridades españolas. Una vez de vuelta, la mayoría no pueden regresar con sus familias a sus lugares de origen, y la situación se convierte en caldo de cultivo para la marginalidad y la exclusión social.
El presente proyecto tiene como beneficiarios directos a “niños de la calle” varones, ya que quien se encuentra en esta situación es fundamentalmente la población masculina. Las mujeres que deciden cruzar el Estrecho suelen hacerlo en grupos, acompañadas de otras mujeres o de su pareja, y suele ser a mayor edad.
La mayoría de estos niños son emigrantes de zonas rurales que provienen de familias con muy poca instrucción y que viven en condiciones de extrema pobreza. Su presencia en la calle está relacionada normalmente con la búsqueda de empleo y recursos para sus familias, los malos tratos en casa, la muerte o separación de los padres. Pocos han frecuentado la escuela y prácticamente ninguno ha finalizado la enseñanza primaria. Pasan el día en la calle y con el propósito de salir adelante se unen a bandas para prestarse apoyo mutuo y protección. En las bandas, sin embargo, son iniciados en prácticas tales como el carterismo, el robo o el consumo de drogas.
Ante esta situación, el objetivo de Solidaridad Internacional Andalucía es mantener en funcionamiento una casa de acogida en la que estos niños encuentren no sólo refugio y albergue, sino también un ambiente familiar y social que les permita reincorporarse a la sociedad. Al mismo tiempo se pretende dotar a los jóvenes de los conocimientos básicos en alguna profesión con la idea de poder canalizar la emigración clandestina hacia España y convertirla en un cauce normalizado de búsqueda de empleo.
Por último, se trata de realizar una labor de sensibilización con las familias, de manera que se impliquen de forma directa en el proyecto, a fin de conseguir reestablecer lazos familiares rotos o fuertemente debilitados.